El error como recurso creativo en el mundo digital

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En el mundo del diseño, solemos asociar la palabra error con algo negativo. Un trazo fuera de lugar, un color mal elegido, un archivo que no se guardó correctamente… En teoría, todo eso debería evitarse. Pero que pasaría si utilizáramos el error como recurso creativo en el mundo digital?.

Cuando lo que parecía una falla se transforma en una nueva idea visual o conceptual, el error deja de ser un accidente y se convierte en un recurso creativo.

De error a estilo visual

Los que ya tenéis unos años, sabréis de que estoy hablando. Los más jóvenes creerán que es algo moderno e inventado hace poco. Cuando una cinta de VHS tenia un fallo o distorsión digital aparecía el famoso efecto «Glitch«.

Esta distorsiones, antes se consideraban «fallos técnicos», hoy en día, es un estilo visual con identidad propia. Lo que en su día fue un error de codificación de imágenes o video….. terminó inspirando toda una corriente estética que podemos ver en videoclips, publicidad y piezas gráficas.

Efecto glitch con Paula Badosa y Laetitia Casta. El error como recurso creativo en el mundo digital
Efecto glitch con Paula Badosa y Laetitia Casta

Para innovar, hay que cambiar la mirada. En lugar de intentar borrar el error, muchos diseñadores deciden explorarlo. Es asi, como se descubren nuevas texturas, ritmos visuales o narrativas que de otra forma no habrían surgido. La imperfección, se convierte en una herramienta de innovación.

El error como recurso creativo en el mundo digital

Antes de la era digital, los errores eran físicos y, por tanto, tangibles. En la fotografía analógica, un rollo mal revelado podía crear efectos de luz inesperados.

En serigrafía, un desajuste de color daba lugar a composiciones únicas. Lo curioso del caso, es que, muchos de esos accidentes eran imposibles de repetir. Eran obras únicas e irrepetibles, con una autenticidad…. que el diseño digital, tan controlado y preciso, había empezado a perder.

Hoy, muchos artistas y diseñadores buscan justamente eso: lo no replicable. Por eso se revalorizan los procesos manuales. Los errores tipográficos, las imperfecciones del papel o la textura irregular de una impresión, se aprecian más por su condición….. son fallos o errores únicos, que no se pueden repetir.

Antes, estas situaciones, se intentaban solucionar, hoy son un tesoro dificil de conseguir.

Empezar a partir de un fallo o error

Cuando un diseño no sale como esperábamos, nuestra reacción natural es volver atrás y corregir. Pero quizás en el proceso creativo, los errores sean pistas. Son momentos que interrumpen la rutina y nos obligan a mirar desde otro ángulo.

Es posible que un archivo corrupto o un código que no compila nos lleva a soluciones inesperadas. De hecho, algunos diseñadores utilizan deliberadamente herramientas o procesos propensos al fallo para estimular su creatividad.

Vivimos en una cultura del diseño donde todo parece medido, limpio y perfectamente alineado. Las interfaces son minimalistas, los logotipos simétricos y las imágenes impecables. Sin embargo, esa obsesión por la perfección puede volverse limitante. Cuando todo se ve igual, el error es lo que introduce carácter.

En un entorno saturado de imágenes perfectas, lo imperfecto se siente real. Nos recuerda que detrás de cada diseño hay una persona, no un algoritmo. Las texturas imperfectas, los colores desfasados o las composiciones asimétricas son las que, muchas veces, llaman más la atención.

No por provocar caos, sino por transmitir humanidad.

Aprender del error una filosofía creativa

El diseñador Paul Rand decía:

…. el diseño es el método de poner orden en el caos. Pero a veces, para encontrar un nuevo orden, primero hay que dejar que el caos se exprese.

Ver el error como un recurso creativo no significa glorificar el descuido, sino entender el valor de lo inesperado. Significa abrirse a lo que no planeamos, a lo que no encaja del todo, y encontrar belleza ahí.

En cierto modo, es un acto de humildad. Aceptar que no todo está bajo nuestro control, y que la creatividad muchas veces surge de ese pequeño margen de imprevisibilidad.

Conclusión

El error puede ser frustrante, pero también puede ser una puerta abierta. Nos enseña que el diseño no es solo precisión, sino también experimentación.

Que la innovación rara vez nace de lo perfecto. Y que, al final, cada fallo contiene una posibilidad de descubrimiento.Así que la próxima vez que algo salga mal en tu proceso creativo, antes de apretar Ctrl + Z, detente un momento. Quizás ese error esté intentando mostrarte algo que aún no habías visto.

Espero que os haya gustado este post corto, pero interesante, sobre los errores. Gracias por vuestro tiempo y nos vemos en los bares!!!!

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